viernes, 14 de agosto de 2009

Para soñar sin miedos...

Quizás la clave sea recuperar la frescura de un niño que sueña con tocar las estrellas, ellos no sienten tristeza ni decepción al tumbarse de cara al cielo a contemplarlas desde lejos, cada destello de luz por más pequeño que sea a sus ojos, retumba en el fondo de su corazón iluminando el deseo, reavivando el entusiasmo. Entonces, su felicidad es pura y enorme, porque para ellos, aún estando a millones de kilómetros...todo es posible.

Nunca olviden que fueron hechos para ser felices! Sueñen con todo su corazón y con todo su corazón... háganlo realidad.

                                                                                                             Soy pablo, soy en ti...

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